Tess Morrigan, mi compañera predestinada, es mi enemiga mortal.
Ha estado trabajando para el monstruo que más odio: Lucifer, mi padre.
No parará hasta tener mi cabeza en una bandeja de oro.
Cada vez que nos encontramos, sus ojos brillan con pasión y sueños, y sus labios saben a miel.
Mantén a tus enemigos cerca.
Así que la atrapo en mi abrazo.
Tocándola. Deseándola.
Hasta el día en que yo ataque primero.
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